La congresista demócrata Melissa Hortman, reconocida figura política en Minnesota y expresidenta de la Cámara de Representantes estatal, fue asesinada junto a su esposo en un violento ataque armado ocurrido en la madrugada del sábado en su residencia ubicada en Brooklyn Park, un suburbio de Minneapolis.
El crimen, que ha conmocionado a la política estadounidense, fue calificado como un “asesinato por motivos políticos” por el gobernador del estado, Tim Walz. Según detalló, el autor del atentado llegó al domicilio de la pareja disfrazado de oficial de policía, utilizando un uniforme falso, placa, chaleco antibalas e incluso un coche patrulla simulado con las luces encendidas. Esa estrategia le habría permitido ganarse la confianza de las víctimas y forzar el encuentro.
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Tras el crimen, el atacante se dio a la fuga luego de un breve tiroteo con agentes que respondieron al llamado de emergencia. El sospechoso también habría atentado minutos antes contra el senador estatal demócrata John Hoffman y su esposa en la localidad de Champlin, a unos 10 kilómetros de distancia. Ambos resultaron gravemente heridos y se encuentran hospitalizados, con un pronóstico “reservado pero optimista”.
Las autoridades han encontrado en el falso patrullero un manifiesto con nombres de legisladores y funcionarios demócratas, lo que refuerza la tesis de un atentado de motivación política.
“Estamos investigando una lista con objetivos específicos. El nivel de planificación sugiere un acto deliberado contra representantes electos”, explicó el jefe de policía de Brooklyn Park, Mark Bruley.
El FBI ha asumido un rol clave en la búsqueda del sospechoso, quien continúa prófugo y sería considerado “altamente peligroso”. La fiscal general Pam Bondi y el subdirector del FBI, Dan Bongino, lideran las diligencias en coordinación con las autoridades locales.
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La noticia ha generado una oleada de reacciones en el ámbito político. La senadora Amy Klobuchar, también de Minnesota, se mostró profundamente afectada: “Estoy desconsolada por la trágica pérdida de Melissa y su esposo, Mark. Fueron líderes y amigos entrañables”.
Ken Martin, presidente del Comité Nacional Demócrata, también expresó su pesar, mientras que el expresidente Donald Trump condenó el ataque en un comunicado oficial: “Esta violencia tan horrible no será tolerada en los Estados Unidos de América”.
Hortman, de 54 años, era una influyente congresista y una voz destacada en las causas progresistas dentro del legislativo estatal. Su asesinato representa uno de los ataques políticos más graves ocurridos en el país en los últimos años y ha reabierto el debate sobre la seguridad de los funcionarios electos.
Las autoridades piden a la población mantenerse alerta y reportar cualquier información sobre el sospechoso, cuya identidad aún no ha sido revelada oficialmente.