
Emprender en tiempos de crisis no fue una elección, sino una respuesta al contexto. Así nació Pancitos del Sur en plena pandemia: una empresa que apostó por un producto tan tradicional como el pan, pero con una propuesta distinta: pan artesanal congelado. Con cinco años de operaciones, la compañía ha mostrado un crecimiento sostenido, duplicando su tamaño entre 2022 y 2023, y creciendo un 40% adicional al cierre del año pasado. Ahora, la consigna es triplicar los ingresos, pero con una nueva receta en el “horno”.
Luis Enrique Raygada, fundador de la compañía, comentó que pasaron de producir en su inicios 300 panes semanales con un solo saco de harina a fabricar entre 2,500 y 3,000 panes diarios, utilizando hasta 15 sacos por semana. Para lograrlo, fue necesario invertir en maquinaria, aumentar el capital de trabajo, gestionar inventarios más grandes y resolver tensiones en el ciclo operativo.
Tras un primer trimestre de crecimiento, aunque retador, la empresa mantiene firme su objetivo de triplicar ingresos y superar el millón de dólares en ventas. Para ello, ha ajustado su estrategia de expansión y ahora se enfocará en optimizar y ampliar su capacidad de producción, con el objetivo de prepararse ante un posible aumento de la demanda en el canal moderno y en la venta directa.

LEA TAMBIÉN: Delibakery refuerza su apuesta de expansión y Texas Steakhouse afronta retos en San Isidro
Expansión de canales y el foco en la internacionalización
El plan de expansión de Pancitos del Sur en el canal moderno ha tomado una dirección más clara tras un proceso de ensayo y aprendizaje. Hace un año, la compañía evaluaba la posibilidad de crecer mediante tiendas propias o franquicias. Incluso, realizó pilotos en puntos como el Boulevard de Asia.
Sin embargo, tras la experiencia, decidieron enfocarse en la producción y desarrollo de productos congelados. Así, la nueva hoja de ruta abandona el camino del retail directo y se orienta hacia expandir su canal moderno, que aporta el 80% de sus ventas, por medio de cadenas de supermercados, marcas especializadas y venta directa a través de canales digitales. Para acompañar este expansión, la firma continuará desarrollando innovaciones en producto, a nivel de sabores y presentaciones.
“Antes pensábamos en vender más a cualquier precio, ahora nos enfocamos en precio con valor. Esto significa ser selectivos con los puntos de venta y controlar cuidadosamente los márgenes. Como parte de esta estrategia, nos enfocaremos en ingresar con fuerza a marcas de cafeterías gourmet y tiendas de conveniencia”, anotó Raygada.
Paralelamente a la operación local, el directivo comentó que ya se preparan para darle el paso internacional. Chile aparece como el primer destino natural por la afinidad del mercado con la gastronomía peruana, además de Estados Unidos; sin embargo, Raygada reconoce que la internacionalización de alimentos exige una serie de adecuaciones técnicas, principalmente en los empaques y los requisitos regulatorios.
A pesar del interés internacional, el ejecutivo señaló que el plan aún no se concreta por una razón clave: la necesidad de capital. Así, la meta inmediata es recuperar la generación de caja tras años de fuerte inversión y, paralelamente, conseguir una inyección de recursos —idealmente a través de un ángel inversionista o un socio estratégico— para financiar la adaptación técnica del producto a las exigencias de entidades como la FDA en Estados Unidos o el SAG en Chile.

LEA TAMBIÉN: ¿Qué trae La Bonbonniere en su versión más ambiciosa dentro del nuevo Jorge Chávez?
Automatización y expansión operativa
Pancitos del Sur ha identificado dos áreas clave para su siguiente fase de inversión: el capital humano y la infraestructura de frío. Actualmente, la planta opera en un solo turno, pero ya cuenta con la maquinaria suficiente para escalar a dos o incluso tres turnos. “Toda la infraestructura está lista, lo que necesitamos ahora es contratar más personal”, afirmó el empresario.
La segunda prioridad es optimizar la capacidad de empacado y congelado, especialmente si se concreta el objetivo de triplicar las ventas y alcanzar un volumen cercano al millón de dólares anuales. Para ello, la empresa estima una inversión de entre US$40,000 y US$50,000, destinada principalmente a una nueva cámara de congelados y equipos automatizados de procesamiento.
“Uno de las máquinas necesarias sería una batidora industrial que, apenas el producto sale del horno, lo recoja automáticamente y lo procese. Esa agilidad nos permitiría hornear y entregar con rapidez”, anotó.
