Sanando las heridas de la maternidad: Insights y tendencia de cambio
Si puede ser un poco ilógico que una “no madre” escriba este post ¿no? Pero en verdad, no es necesario que uno haya escrito libros para entenderlos, o que una haya sido educadora, para valorar la educación. Eso creo firmemente y esto nos llevo a un grupo de investigadores de nuestro equipo a profundizar en la mente de las mamás hoy, para ello hicimos entrevistas a mamas reales, preguntamos en la Comunidad Insighter de Consumer Truth, realizamos minería de insights en calles virtuales, y llegamos a algunas ideas sobre la maternidad de hoy, que queremos compartir, y tal vez, sanar, junto a ustedes. Aquí empezamos.
Las nuevas mamas migran hacia la sanación emocional y la ruptura de patrones de crianza negativos.
Hemos visto madres que vienen con el “trauma” de patrones generacionales pasados y hoy buscan romper el patrón, de alguna manera tienen una “herida” heredada de repetir patrones: “mi mama me crio así, con el chancletaso”. Tenemos la impresión de que las nuevas mamas (nacidas en el actual contexto) intentan romper el patrón más visceral y buscar nuevas recetas…
Las nuevas mamas ya no dejen que la abuela crie totalmente el bebe “yo crio el hijo a mi manera, a mi modo” de alguna manera buscan imprimir su propia huella y buscar una crianza tal vez menos perfeccionista y más “libre” donde la exploración de experiencias sean valores fundamentales “yo quiero que mi bebe se ensucie, que coma solo”, al mismo tiempo se busca nuevas experiencias sensoriales…muchas de ellas las vemos alimentadas en tiktok…
Hemos visto a una mama “sufrida” que dejó de sonreír y puso su maternidad por delante de su femeneidad, y hoy busca sanar: “mi mama sufrió mucho, luchó, ustedes no saben todas las heridas que tuvo…” Aparentemente las nuevas generaciones han ido moldeando este concepto muy sufrido de maternidad y proponen uno con más juego, gozo y libertad, entendiendo esta experiencia como una integración de facetas y una covivencia de roles (ser madre y ser mujer).
De alguna manera, las “luchas” de las madres de su pasado (sus propias madres o abuelas) han construido una nueva versión…las nuevas tecnologías, los recursos, las herramientas con las que cuentan hoy de información pero también de preparación (especialistas, pediatras, psicólogos, etc) permiten romper algunos patrones….”
Las mamas de antes se regían a los que abuelas decían, y tenias que ceñirte, tenias que seguir los patrones, ahora tienes mas libertad de ser tu misma, y criar a tu hija como tu quieres”, “Quieres más libertad, un hombre independiente, empoderado, tu lo puedes lograr”. Hoy en día ventaja de madres de esta generación pueden curar esas heridas de si mismas, pues cada una de ella carga con historias de niñez, resiliencia, y eso la ayuda a ser madre…
“Este dolor no es mío” la ruptura de ciclos con el pasado
Aquí es preciso mencionar un libro de Mark Wolynn que ayuda a reconocer y sanar los traumas familiares heredados llamado “Este Dolor no es mio”. De alguna manera sanar la niña interior de la propia mama, la herencia de traumas familiares, y la apertura hacia la inteligencia emocional. Las mamás de hoy, a pesar de todo, no dejan de tener una niña interior y esta niña va señalando el camino.
Tal vez ello explicaría la proliferación de terapias holísticas que ayudan a reencontrarte con tu pasado, y sanar heridas, de superar temáticas ligadas a los propios antepasados, y superarlas… se trata ciertamente de sanar heridas del pasado, lo que paso en tu familia, con tus padres, hermanos, y lo que te hace una persona nueva… en suma de historias.
Aquí nos gustaría recordar también la película “romper el circulo” donde el personaje principal Lily Bloom es una mujer que supera una infancia llena de traumas para empezar una vida nueva y abrir su propio negocio….hoy tenemos a nuevas “Lilys Bloom” que buscan romper el circulo de la educación, de juzgar a tus padres, de sanar niño interior, de retrotraerte al pasado, de entenderte como parte de un eslabón, de darte cuenta que puedes cambiar un poco…
Maternidad REHAB: Intentando sanar los dolores de la maternidad
Emerge lo que en Consumer Truth hemos llamado la Maternidad Rehab, o en rehabilitación constante. Una mama que busca la sanación y/o la salud mental desesperadamente. Pasamos de una madre que tiene que soportar a una madre que lucha por sanar… no se “sacrifica” por su familia, sino que se esfuerza por su familia pero también por ella misma… y aquí se aprecia el concepto de balance o equilibrio entre las facetas de maternidad exclusiva y el individualismo lacerante. Entre la restricción y la libertad asoma el realismo… una maternidad que sigue siendo gozosa pero no romantizada, o al menos se aceptan los aspectos no tan “dulces” de la maternidad como la depresión post-parto, el cambio del propio cuerpo, la baja en la líbido, etc.
De alguna manera parece que estas madres están rompiendo ciclos o sanándolos…buscan retar la frustración con meditación y/o trabajo en equipo… no intenta cumplir el rol de una madre de manual, sino re-escribirlo. Algunas dejan fluuir su niña interior y en el camino, sanar heridas del pasado.
Se trata de una mamá joven que busca recuperar la experiencia de su propia madre pero que, al mismo tiempo, tiene otros modos de criar a sus hijos y entiende la maternidad como un juego de balance, cuando su propia receta no ayuda, regresa a preguntar a las otras mamás y vuelve a enmendar la tarea. No se opone a la tradición, pero buscan mayores grados de libertad. Mamás que han aprendido que no pueden ni deben ser “amigos” de sus hijos y que mucha libertad no siempre es buena. Las mamas “seniors” están para re-enrumbar, aconsejar o estabilizar… se recogen las cosas buenas, y se suman otras. “mi mama me pegaba, pero mi abuelita me defendía!”, “a mi me decían dales su correazo y a dormir, pero mi mamá es chocha con sus nietos”, “mis hijos tienen que aprender a estar libres pero con cuidado”. Se trata de una maternidad que aprendió a sumar lo mejor de la tradición pero a sumar su propia mirada: “mi madre me ayuda….yo llegaba a casa de trabajar y ya están bañados pero yo tengo que darles de comer….”, esta propia mirada es a menudo el juego como patron de crianza moderno donde el niño puede ser estimulado pero también dejado para su propia exploración o libertad creativa. Jugar enseña.
En cierta forma, los dolores y frustraciones de la maternidad dejan de vivirse en silencio para encontrar espacios de escucha y comprensión. Hay menos miedo en admitir el “fracaso”…se habla del lado agridulce de la maternidad o una maternidad menos idílica, pero también, más auténtica. Algunas marcas, conscientes de esta vulnerabilidad, le dicen a las mamas “lo estás haciendo bien” y asumen así su rol más terapéutico…sumando a la nutrición física, la nutrición emocional.
En cierta forma, la maternidad es una forma de sanar una crianza difícil. La maternidad como acto de sanación supone criar pero no repetir…se busca romper con lo que dolió para dar espacio a una nueva forma de amar. No quieren repetir patrones, no tienen que hacer lo que creen que otros está “bien”, buscan criar DIFERENTE desde la libertad y el amor.
Las mamás no solo cuidan, también buscan cuidado, reconocimiento y oportunidades: Reconectar con sus otras facetas y metas. “No dejas tu esencia de ser mujer por el hecho de ser madre”. Pasamos de una narrativa romántica y silenciosa a una narrativa de sanación y reconexión. De madres que siguen patrones de crianza a madres que rompen círculos a través de la crianza. De una mama hijo-céntrica a una madre que no pierde protagonismo
¿Cuál es el desafio de las marcas con esta nueva maternidad en “rehabilitación”? Las marcas pueden crear espacios seguros para que las madres compartan sus experiencias y se sientan comprendidas. Campañas que normalicen las dificultades de la maternidad y ofrezcan recursos de apoyo emocional. Esto podría incluir, productos y servicios que promuevan el autocuidado y la sanación emocional de las madres. Esto incluye desde apps de mindfulness hasta servicios de terapia o coaching. Un ejemplo de esto es Foster’s Hollywood quien sorprende a las nuevas mamás con lo que más anhelan tras dar a luz: una buena hamburguesa. A veces toda la atención se lo lleva al niño, y las marcas se olvidan de la madre. Otro ejemplo es Teleflora, la marca de entrega de flores líder en el mundo, lanza ‘MotHER’, una campaña emotiva que celebra la identidad de las mamás más allá de la maternidad, con videos que muestran sus logros y sueños. Las mamás son más que mamás.
Maternidad híbrida que sabe ser amable y estricta a la vez.
Surge una madre híbrida que crea su propia receta, incorporando elementos de la modernidad y la tradición. Entre la libertad y las restricciones, buscan más cercanía con sus hijos pero sin perder la “chancla emocional” de antaño
De alguna manera se cansaron de la crianza respetuosa o de la libertad excesiva y reclamaron el derecho al balance: “Ni muy estricto, ni muy permisivo, si el chibolo hace mucho berrinche, le cae chancla” Pasamos de una maternidad idealizada a una maternidad híbrida que cambias las reglas de una crianza permisiva a una crianza más controlada. En una sociedad que pone toda la atención en el hijo, surge una maternidad que sabe poner límites en la crianza con el hijo. La vieja escuela hace su aparición con el símbolo de la “chancla voladora” que hoy se muestra como chancla, pero también respetuosa.
Muchas reconocen que sus propias mamás las criaron con las herramientas que ellas tenían y por tanto, que los defectos, limitaciones o fallas no eran del todo “su culpa” sino producto de las circunstancias o los tiempos: “mi mamá no era mala, era lo que tenía, ahora yo tengo mis propios errores”. Saben por tanto, que no se trata de un estilo de crianza restrictivo sino más equitativo y justo…pero también se dan cuenta que mucha libertad perjudica la crianza y buscan marcar límites. Hoy cuentan con nuevas herramientas para encontrar su propia receta.
Si bien habíamos visto la maternidad en dos dimensiones: “o moderna o tradicional” nos habíamos olvidado de la multidimensionalidad, una maternidad compleja reta las dicotomías y/o las visiones absolutas y únicas. Se trata de mamás que hibridizan los patrones o tal vez transitan entre ambos mundos. Se reconocen los “errores del pasado” y se centran en la confianza materno-filial con respeto pero también con limites claros. La complicidad y confianza son los valores a lograr, más que la pura obediencia. No existe una única manera de ser mamá ni un solo rol/patrón que lo complete del todo.
Maternidad Recompuesta: “te vuelves la mamá que no querías ser”
Emerge por tanto una maternidad que tiene esta rebeldía de hacer sus propias cosas pero también arrastra el patrón tradicional, una mamá joven que busca integrar tradición y modernidad pero que a veces transita por una complejo camino… “veo que hay cosas que no puedo, entonces regreso a mi propia mamá y consulto”. Se trata de madres jóvenes que buscan su derecho a equivocarse “dejáme ser, sé que puedo hacerlo”, y también que son realistas al entender que las redes de apoyo son necesarias independientemente si están de acuerdo o no con las formas de crianza del pasado “al final todas buscamos criar seres humanos funcionales”. Para ello enseñan a los hermanos mayores a cuidar de los menores y que se asuman responsabilidades más que hacerlo todo ellas por sus hijos: “mis hijos tienen que saber atenderse, no puede venir la mamá y hacerlo todo por ellos”.
Las mamás de la nueva generación no resetean cassette, sino que buscan integrar modelos de crianza de las otras generaciones y a su vez crear las propias…y en camino complejo de aprendizaje se equivocan, afinan, ¡se dan cuenta que no pueden solas y vuelven a pedir ayuda! Se busca al psicólogo, al pediatra, a la propia mamá, la tía, la abuela, la amiga… como alguna nos dijo “te vuelves la mamá que no querias ser”, “te das cuenta que por más que quieras no puedes tener 100% control”. Parte importante del camino de la maternidad es la búsqueda de referentes y sistemas de soporte.
¿Qué pueden hacer las marcas para conectar con esta nueva maternidad híbrida? Las marcas deben ofrecer productos y servicios que se adapten a esta flexibilidad. Por ejemplo, productos que faciliten tanto momentos de juego creativo como rutinas estructuradas. De otro lado, la comunicación podría reflejar mejor esta dualidad (¿ambivalencia?), mostrando madres que son cariñosas pero también firmes, intensas pero a la vez dulces. Es decir, se trata de vitar estereotipos y presentar la maternidad como una experiencia compleja y multifacética. Necesitamos dejar de hablar de maternidad de manera disyuntiva, (tradicional vs. moderna), para empezar a hablar de modelos mixtos. La mamá de hoy crea su propia receta de crianza, resignificando la tradición con elementos modernos.
MADRE STARTUP: Se rebela… se resetea, construye su propio esquema de crianza con el aprendizaje heredado y atreviéndose a cometer errores.
Mujeres que iteran entre la vara de la abuela y la psicología POP del Tik Tok. Una madre que intenta modelos de crianza propias, intentan resetar la maternidad y luego se dan cuenta que no todo funciona, y entonces pide ayuda, busca referentes, sistemas de soporte, psicólogo, a la propia mama, a la tia, a la abuela, a la amiga y al final se vuelve la mama que no queria ser o al menos no la que estaba en su mente antes de ser madre. Una maternidad que se pivotea, itera, y ensaya constantemente, hasta encontrar su mejor versión…en el camino aprende, adapta, resuelve y cuando no vuelve a intentar.
Mama “startup” se va construyendo a si misma con la herencia de lo que recibió, con sus nuevas herramientas, va iterando con sus propios errores, se alimenta de la psicología pop de tiktok, de las lecciones de crianza positiva, etc. Es una mamá que pasa de una crianza respetuosa sin límites donde “todas las emociones valen” a una crianza respetuosa con parámetros y delimitada.
En resumen…la maternidad ya no se define por el sacrificio absoluto, sino por la búsqueda de autenticidad y bienestar integral. Las madres modernas anhelan una conexión genuina con sus hijos, pero también consigo mismas. Quieren ser vistas y valoradas no solo como madres, sino como individuos con sueños, necesidades y emociones propias. Hay una necesidad profunda de ser validadas en sus luchas y de encontrar apoyo emocional y práctico.
Maternidad descontracturada: Una madre que ha aprendido a soltar no solo al hijo, sino también las responsabilidades.
Ya crió, ya trabajó, ahora quiere relajarse. Pasamos de la mamá abnegada que no quiere dejar a los hijos a la mamá “jubilada” que disfruta su tiempo sin ellos. Dejó de ser la maternidad rapunzel que se quedó en la torre de la maternidad esperando…siente que hoy puede salir, bailar, escaparse una noche y/o disfrutar de si misma sin abandonar su rol de madre. Se corto el cabello y balanceó los roles.
La maternidad ya no se vive en soledad. Hoy las madres forman comunidades de apoyo donde las madres donde lo que les pasa lo viven todas, y esto parece contribuir a una maternidad más compartida. “El hecho que yo asuma mi maternidad es que tu puedas asumir tu rol de padre”. Si antes se consideraba al esposo un “saco-largo” por apoyar las labores maternales, hoy es visto como una pareja responsable, asumiendo su rol. No se trata de “Quien manda a quién”, sino todos nos organizamos.
Es también una maternidad que comienza a tomarse con humor los retos de la maternidad. De las prisas por pasar etapas al disfrute del camino. Porque ser mamá es más fácil cuando nos reímos ante las dificultades… como la marca de café Cafetal que celebra la maternidad real con humor, recordando que no todo lo bueno se da al instante… excepto el Cafetal de siempre.
Aman a sus hijos pero también quieren espacios libres de ellos
Buscan formar hijos autosuficientes antes que hijos “con mamitis” que absorben todo su tiempo y energías. Como lo diría Shakira “Tengo el derecho de portarme mal para pasarla bien”.
Se asume más una maternidad en equipo o cómplice con “aliados” en la crianza. No es una postura dominante o exclusiva, es compartida. Se asume cierta complicidad en los roles. Una maternidad menos rígida en tanto puede asumir las bromas, el juego o incluir el “desahueveo” al propio hijo cuando no asume sus responsabilidades. Se descontractura la seriedad y se asume una mayor libertad. Estas mamas no responden a la lógica de la sacrificada que se posterga ella misma, sino a la mamá que YA SOLTO la responsabilidad y la compartió, democratizó y se “libero” un poco. No es una maternidad que la excluye de su propia femineidad, sino que con recursividad y redes de apoyo, se permite ejercerla de forma menos rígida: “el que te escapes una noche con tus amigas no me hace menos responsable, ni menos mamá, para eso está el padre”, “somos dos y nos toca a ambos asumir la responsabilidad”, “tengo derecho a divertirme también, al hacerlo vuelvo a casa con más energías y mayor espacio para mi propio hijo, me recargo”. Inclusive a falta del esposo, el rol de compañía lo ejerce el hijo mayor y la resiliencia de volver a hacerse está muy presente en estas mamás solteras con hijos o en relaciones en construcción (y deconstrucción).
Donde antes existía distancia, orden, y reglas, ahora hay más sentido de alianza, juego y equipo. La maternidad se vuelve mas democrática, horizontal, cómplice, y también sinérgica. Si antes la maternidad era una entidad “todopoderosa”, y la madre una figura de autoridad (ella regia el hogar, además al esposo fuera útil/inútil) hoy las decisiones parecen ser más compartidas. Los esposos de la nueva generación asumen más un rol compartido…y se asume la complementariedad de funciones. Es una maternidad más democratizada o delegada “diferentes miembros, diferentes responsabilidades”
Implicancias para las Marcas: ¿Qué podemos hacer distinto y/o mejor para una maternidad descontracturada?
Las marcas deben celebrar la individualidad de las madres y su derecho a disfrutar de la vida. Campañas que muestren madres divirtiéndose, viajando, o persiguiendo sus pasiones. También es posible pensar en productos y servicios que faciliten la delegación de tareas y el tiempo libre para las madres. Esto puede incluir desde servicios de entrega a domicilio hasta apps para organizar la vida familiar. Aquí es crucial representar la paternidad activa y el apoyo de otras figuras en la vida de los niños. En resumen, las marcas que conecten con esta nueva realidad de la maternidad, mostrando empatía, comprensión y ofreciendo soluciones reales, serán las que ganen la lealtad y el corazón de las madres modernas.
La responsabilidad afectiva se abre paso y con ella el cambio en el paradigma hacia una mayor toma de consciencia de las decisiones que se asumen…y de los propios yerros. Todas las emociones son válidas pero no todas ellas aplican.
La propia maternidad amplia su ámbito de acción. Se habla de MATERNAR y no solo de MATERNIDAD. Muchas mujeres pueden no haber dado a luz biológicamente pero si han maternado y maternan desde la raíz. Se trata de abuelitas, tías, nanas y/o muchos padres también que crían a los hijos con amor asumiendo un rol que tocó por elección, decisión o necesidad, pero que se asume con responsabilidad y mucho amor. La maternidad es de algunas, el maternar puede ser de muchos más. Hay incluso quienes aman maternar aunque no tanto, tener sus propios hijos.
Por ende, la maternidad ha ampliado el campo de acción, hoy es también un ejercicio colectivo formado por la madre y su circulo de apoyo o redes nutrientes que incluyen al papa, al hermano mayor, los abuelos, la propia comunidad y toma la forma que la propia madre desee o necesite… estamos cada vez más ante ecosistemas de maternidad, y no solo una persona: “la panza es de una, pero maternamos todos”, “el hijo lo tengo yo, pero todas dan ideas”. Si antes la maternidad era una responsabilidad exclusivamente femenina, hoy vemos como los vínculos se amplifican y reconfiguran. No se trata de desconocer el vinculo biológico tan natural, pero si de mirar el enorme universo que está detrás, al costado o sosteniendo este vínculo. Si bien antes la madre sostenía al bebe, hoy se pretende que todos empujen.
Cambios que podemos advertir y que están en constante evolución
- De una maternidad jerarquizada a una maternidad más horizontal que no deja la responsabilidad de la mdre, pero que la amplia
- De una maternidad solitaria (cuando no dolorosa) a una mtaernidad compartida, que intenta aligerar el peso.
- De una maternidad regida por patrones y deberías, a una maternidad elegida con recetas propias y mezcla con patrones de crianza previos…una maternidad hibrida
- De una maternidad excluyente y rígida, a una maternidad que incluye a otros y permea responsabilidad afectiva
- Una maternidad que aprende a rehabilitarse y a sanar, que pretende romper con los dolores que no son suyos, pero que entiende que las otras madres actuaron y enseñaron con las herramientas que tenían… menos culpa, más realismo.
- Una maternidad que está en constante evolución y que hoy nos invita a reflexionar sobre los múltiples aspectos de esta en lugar de segmentarla en términos muy reduccionistas (facilistas) como tradicional o moderna.
Gracias por leernos!
MBA Cristina Quiñones. CEO Consumer Truth